La rinotraqueítis viral felina, también conocida como rinotraqueítis infecciosa felina (FRTI), es una enfermedad respiratoria causada por el herpesvirus felino tipo 1 (FHV-1). Lo específico de este virus es el hecho de que afecta exclusivamente a gatos domésticos y salvajes, independientemente de su edad, teniendo una gran importancia en las enfermedades del tracto respiratorio superior en gatos.
La enfermedad también es la principal causa de conjuntivitis (inflamación del revestimiento de los párpados) y puede afectar gravemente a la calidad de vida de los animales afectados. Si tienes un gato con abundante secreción nasal y ocular, lo más probable es que se trate de herpesvirus felino o rinotraqueítis felina. A continuación, podrás conocer más sobre esta enfermedad respiratoria que afecta a los gatos: la forma de transmisión, los síntomas, los métodos de diagnóstico y tratamiento, así como las medidas preventivas que se pueden adoptar.
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¿Cómo se infecta un gato con el herpesvirus felino?
La rinotraqueítis viral felina es una enfermedad contagiosa. La infección de un gato por herpesvirus felino se produce por contacto directo con partículas virales, que se eliminan a través de los ojos, secreciones nasales y saliva de un gato infectado.
- contacto directo con un gato infectado.
- Exposición a objetos contaminados. (juguetes, comederos, cajas de arena o mantas).
- Transmisión de madre a hijo: durante el parto o por contacto cercano.
El virus se propaga rápidamente en espacios concurridos, como refugios de animales, exposiciones de gatos o hogares donde hay varios gatos. Es importante señalar que el FHV-1 no afecta a los humanos ni a otras especies animales.
Después de la infección, el virus tiene un período de incubación de 2 a 5 días, durante el cual el gato puede transmitir la enfermedad sin mostrar síntomas evidentes. Una vez que aparecen los síntomas, la enfermedad activa dura entre 10 y 20 días. Todos los gatos infectados se convierten en portadores del virus, que permanece latente en el organismo. El estrés u otras condiciones de salud pueden reactivar el virus y, en estas situaciones, el gato vuelve a ser contagioso.
Hay casos de infección por herpesvirus felino en los que los gatos son únicamente portadores. Los gatos que han sido infectados pueden convertirse en portadores latentes del virus. No presentan síntomas constantemente, pero pueden transmitir el virus durante los periodos de reactivación. Es importante vigilar la salud de tu gato y consultar a tu veterinario si aparecen nuevos síntomas.
¿Cuánto tiempo sobrevive el virus en el medio ambiente?
Afortunadamente, el herpesvirus felino es sensible a la deshidratación y puede destruirse con relativa rapidez. En objetos mojados el virus puede sobrevivir durante varias horas hasta que las secreciones se sequen, unos 30 minutos en la piel, mientras que en objetos contaminados persiste hasta que las secreciones se sequen por completo.
¿Cuáles son los síntomas de la rinotraqueítis viral felina?
Los síntomas típicos de la rinotraqueítis viral felina afectan principalmente a la nariz, la garganta y los ojos del gato. Estos incluyen estornudos frecuentes, congestión nasal, conjuntivitis (inflamación de los tejidos que recubren los párpados y rodean los globos oculares), parpadeo intenso y secreción ocular y nasal que puede variar desde clara y acuosa hasta espesa y purulenta (con presencia de pus). .
El virus también puede causar queratitis, una inflamación e infección de la córnea que puede provocar la formación de úlceras corneales. En casos crónicos o graves, la queratitis puede provocar cicatrices en la córnea o la aparición de una afección crónica conocida como "ojo seco" (o queratoconjuntivitis seca/KCS).
Los gatos también pueden experimentar falta de apetito debido a la congestión nasal, lo que afecta su capacidad para percibir olores.
Resumiendo los síntomas provocados por el herpesvirus felino o rinotraqueítis felina, los más habituales son:
- Secreción nasal y ocular profusa. Los ojos muestran signos de conjuntivitis, secreciones oculares diversas y parpadeo frecuente. La córnea también puede verse afectada. Queratitis y úlceras corneales, que pueden dejar cicatrices o provocar queratoconjuntivitis seca (ojo seco crónico).
- Estornudos frecuentes
- Fiebre
- falta de apetito
- Letargo
- dificultades para respirar
En casos graves, los gatos pueden desarrollar úlceras corneales y conjuntivitis grave.
¿Cuál es el tratamiento para el herpesvirus felino o rinotraqueítis felina (FHV)?
Los gatos con rinotraqueítis viral felina no complicada generalmente se tratan sintomáticamente, dependiendo de los signos clínicos y los problemas específicos de cada caso.
Tratamiento ocular. La conjuntivitis y la queratitis se pueden controlar mediante el uso de medicamentos tópicos para los ojos. Es esencial que las úlceras corneales se traten rápida y agresivamente para prevenir daños oculares irreversibles. En casos recurrentes de conjuntivitis asociada con rinotraqueítis viral, el tratamiento puede incluir colirios antivirales. Además, los suplementos a base de L-lisina pueden ayudar a prevenir la replicación del virus y reducir la cantidad de partículas virales liberadas.
Prevención de complicaciones bacterianas. Aunque los antibióticos no son eficaces contra las infecciones virales, a menudo se recetan para prevenir infecciones bacterianas secundarias, especialmente en gatitos vulnerables.
Cuidado de la congestión nasal y respiratoria. Los gatos con congestión nasal pueden beneficiarse de la humidificación del aire, ya sea mediante el uso de un humidificador o mediante la exposición temporal al vapor (en un baño de vapor) durante 10 a 15 minutos varias veces al día. Las secreciones que irritan el área alrededor de la nariz y los ojos deben eliminarse con cuidado con un algodón empapado en agua tibia o solución salina.
Apoyo nutricional. Debido a que los gatos con infecciones respiratorias tienen un sentido del olfato disminuido, es posible que se nieguen a comer. En estos casos, una comida húmeda, sabrosa y ligeramente calentada puede estimular el apetito. En situaciones más graves, el veterinario puede prescribir estimulantes del apetito.
Terapia de apoyo. En casos graves, cuando el gato está deshidratado, débil o gravemente afectado, es necesaria la hospitalización. El tratamiento puede incluir líquidos intravenosos y otras terapias de apoyo para estabilizar la condición del animal.
Además, el manejo adecuado de la enfermedad también implica un seguimiento cuidadoso y una intervención rápida para prevenir complicaciones, como la queratoconjuntivitis seca (ojo seco) o las cicatrices corneales, que pueden ocurrir en infecciones crónicas o graves.
En casos raros, los gatos deshidratados o con síntomas graves pueden requerir hospitalización y cuidados intensivos.
Pronóstico de los gatos infectados
Aunque no existe un tratamiento curativo, los gatos afectados pueden llevar una vida normal con los cuidados adecuados. Reducir el estrés, una dieta equilibrada, suplementos de L-lisina y vacunas periódicas son las mejores medidas para minimizar el impacto de la enfermedad. Por lo tanto, no debes alarmarte si tu gato está infectado con este virus.
¿Cómo se puede prevenir la infección por el herpesvirus felino?
El mejor método de prevención del herpesvirus felino es la vacunación. La vacuna trivalente para gatos (que incluye protección contra FHV-1, calicivirus y panleucopenia) es imprescindible en el calendario básico de vacunación. También se recomienda:
- Mantener un ambiente limpio y libre de estrés.
- Evitar el contacto con gatos desconocidos o enfermos.
- Sanitización de objetos comunes.
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Conclusión
El herpesvirus felino es un problema común, pero se puede controlar eficazmente mediante medidas de prevención, un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado. Si su gato muestra síntomas de FHV-1, comuníquese con un veterinario de inmediato para garantizar el mejor plan de tratamiento. Un cuidado esmerado y un ambiente amigable son las claves para una vida sana y feliz para su gato.
La rinotraqueítis viral felina es una afección que se puede controlar eficazmente con la prevención y el tratamiento adecuados. Conocer bien la enfermedad es el primer paso para garantizar la salud de su gato.