La falta de estabilidad del gato sobre sus patas traseras puede ser una señal de preocupación para el dueño, pero también puede ser un problema superficial que desaparece por sí solo. Problema superficial es si se sabe con seguridad que el gato ha recibido un ligero golpe en las patas traseras o ha tenido recientemente un tratamiento inyectable (inyecciones) en la zona superior de las patas traseras. En estos casos es muy posible que el gato tenga problemas de estabilidad en las patas traseras y presente un andar anormal.
Sin embargo, también puede haber problemas muy graves que determinen la falta de estabilidad del gato sobre sus patas traseras. Se recomiendan investigaciones especializadas en el veterinario lo antes posible, si no conoce la causa de esta "anomalía".
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5 causas que pueden provocar la falta de estabilidad del gato sobre sus patas traseras
Si el gato no puede sostenerse bien sobre sus patas traseras, las causas pueden ser múltiples. Las causas más comunes de esta inestabilidad son:
1. Lesiones o traumatismos
Los gatos pueden sufrir lesiones en la columna vertebral o en las patas traseras por un accidente, una caída o un fuerte impacto. Estas lesiones pueden afectar nervios o estructuras óseas, provocando pérdida de estabilidad, especialmente en las patas traseras.
2. Problemas en el sistema nervioso
Condiciones tales como neuropatía diabética (una complicación de la diabetes en gatos), trombosis espinal (formación de un coágulo de sangre en la médula espinal), tumores cerebrales o lesiones de la médula espinal pueden interferir con las señales nerviosas y el control muscular, lo que genera dificultades con la coordinación y la estabilidad.
3. Las enfermedades degenerativas pueden provocar la falta de estabilidad del gato sobre sus patas traseras
Ciertas condiciones degenerativas tales como espondilosis (formación de osteofitos o crecimientos óseos alrededor de las vértebras), displasia de cadera (una anomalía del desarrollo de la articulación de la cadera) o osteoartritis (degeneración articular), puede afectar las articulaciones y la columna vertebral del gato, provocando inestabilidad y problemas de equilibrio al caminar.
4. Infecciones o inflamaciones
Las infecciones o la inflamación de la médula espinal pueden afectar el sistema nervioso central de su gato, incluso los nervios responsables de controlar las patas traseras. Estas condiciones pueden causar pérdida de estabilidad y coordinación.
5. Problemas de equilibrio
síndrome vestibular es una condición que afecta el sistema vestibular del oído interno, responsable del equilibrio. Esta condición puede causar inestabilidad, caída o movimientos involuntarios de los ojos. Los trastornos del equilibrio también pueden ser causados por otras afecciones, como infecciones o tumores del oído interno.
Estas son solo algunas de las principales causas que pueden afectar a la estabilidad del gato sobre sus patas traseras y que pueden derivar en una mala coordinación de movimientos. El diagnóstico correcto requiere una evaluación médica especializada por parte de un veterinario.
Según el diagnóstico, su veterinario puede recomendar pruebas adicionales, como radiografías, análisis de sangre o imágenes avanzadas, para confirmar la causa exacta y planificar el tratamiento adecuado.
