Al igual que en los humanos, la artritis en gatos es una enfermedad asociada al envejecimiento y afecta a entre el 70% y el 90% de los gatos mayores de 12 años. También conocida como enfermedad degenerativa de las articulaciones u osteoartritis, es una afección crónica, dolorosa y progresiva que afecta las articulaciones de los gatos.
El desarrollo de la artritis es un proceso lento que dura varios años, durante el cual se producen cambios en las articulaciones. El cartílago, que protege y amortigua la articulación, se descompone gradualmente, dejando que los huesos rocen de forma anormal entre sí, lo que provoca inflamación, hinchazón y dolor.
Las articulaciones más comúnmente afectadas son la columna, la cadera, las rodillas y los codos, aunque cualquier articulación puede verse afectada. Al ser una enfermedad progresiva, los síntomas empeoran con el tiempo y los gatos con artritis pueden experimentar dificultades de movimiento y cojera.
Aunque la artritis en gatos no tiene una predisposición racial o sexual, a menudo se considera una afección relacionada con la edad, como se indica en la introducción.
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Síntomas de artritis en gatos.
Es posible que algunos gatos con artritis no muestren signos evidentes de angustia y sean expertos en ocultar su dolor. Sin embargo, los síntomas comunes incluyen cojera, hinchazón de las articulaciones y pérdida de masa muscular. Otros signos sutiles pueden ser una capacidad reducida para saltar o jugar, niveles de energía reducidos y dificultad para mantener el equilibrio al caer.
Los gatos con artritis también pueden tener problemas para arreglarse el pelaje, lo que los hace parecer más descuidados. Algunos propietarios notan cambios en la postura del gato o desgana a utilizar la caja de arena debido a las molestias que les provoca el dolor.
Es importante señalar que estos síntomas se desarrollan gradualmente, no de repente.
Causas de la artritis en gatos.
La artritis en gatos puede ocurrir sin una causa clara, aunque los factores genéticos pueden influir. Suele estar asociado con el envejecimiento, pero también puede desencadenarse por una lesión articular. Estas lesiones, incluso las menores, pueden incluir:
- Lesiones de ligamentos
- Enfermedades autoinmunes como la poliartritis no erosiva inmunomediada.
- Enfermedades transmitidas por garrapatas como la enfermedad de Lyme.
- Traumatismo directo (por ejemplo, accidentes automovilísticos, caídas)
- Infecciones
- Defectos congénitos
La artritis progresa debido a la liberación de enzimas que descomponen el cartílago y el colágeno, lo que provoca una mayor inflamación.
Diagnóstico de artritis en gatos
Los veterinarios pueden sospechar artritis en gatos basándose en un examen físico, pero se requiere más investigación para un diagnóstico definitivo. Muchos gatos son asintomáticos y se diagnostican de forma incidental mediante radiografías.
Los signos identificados en el examen físico pueden incluir cojera, cambios en la marcha o la postura, articulaciones inflamadas o engrosadas, dolor a la palpación y disminución de la movilidad articular. Las radiografías se utilizan para identificar cambios estructurales en los huesos y las articulaciones, como distensión articular, crecimientos óseos y estrechamiento del espacio articular.
Tratamiento
La artritis es una afección común en los gatos, pero existen muchas opciones para aliviar su dolor y mantenerlos activos. Con un tratamiento adecuado, se puede ralentizar la progresión de la enfermedad y los gatos pueden llevar una vida activa y cómoda. Un enfoque multifacético que incluya dietas especiales, medicamentos, suplementos y terapias proporciona mejores resultados.
Un factor importante que empeora la artritis es la obesidad, ya que ejerce una presión adicional sobre las articulaciones. Reducir el peso de su gato es un paso esencial para aliviar la tensión en las articulaciones. Además, su veterinario puede recomendarle suplementos o medicamentos para controlar el dolor y la inflamación.
Recuperación y estilo de vida
La artritis en gatos no es reversible, pero los tratamientos pueden retardar la progresión de la enfermedad y mejorar significativamente la calidad de vida. Es importante vigilar de cerca a su gato, ya que muchos animales muestran pocos signos clínicos de artritis. La mayoría de los gatos diagnosticados con artritis tienen más de 10 años, pero los síntomas pueden aparecer antes, a partir de los 6 años.
Sin tratamiento, la artritis puede provocar una enfermedad grave y dolorosa, por lo que se recomienda encarecidamente una consulta veterinaria periódica.
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Cómo prevenir la artritis en gatos
Para prevenir la artritis en gatos, es importante mantener el peso de su gato en un nivel óptimo. Si tu gato tiene sobrepeso, sigue un programa de pérdida de peso bajo la supervisión de tu veterinario. También se recomienda discutir el uso de medicamentos y suplementos protectores del cartílago desde el principio para frenar la progresión de la enfermedad.