Un gato adoptado en la calle seguramente estará mucho más seguro al abrigo de un hogar. Además del amor, la comida y los cuidados, un gato de interior no está expuesto a muchos de los riesgos urbanos (atropellos, mordeduras de perros, agresiones, etc.). Sin embargo, incluso en un hogar existen suficientes riesgos a los que el gato puede exponerse cuando no hay nadie cerca. En esta breve guía descubrirás qué peligros acechan a tu gato cuando está solo en casa.
No esperes que tu gato duerma tranquilo o lea un libro debajo de la manta mientras estás fuera de casa. Si quieres convencerte de ello, la recomendación es instalar cámaras de vigilancia en las zonas a las que el gato tiene acceso. Te sorprenderá cuánto puede cambiar su comportamiento cuando está sola en casa.
Por naturaleza, los gatos son animales extremadamente curiosos y juguetones con un fuerte instinto depredador. Estos rasgos les hacen explorar cada rincón de la casa, subirse a los muebles y buscar cualquier movimiento. La curiosidad puede llevarlos a aventurarse en lugares peligrosos, como espacios reducidos o detrás de electrodomésticos, donde pueden quedarse atascados o lastimarse. El juego vigoroso y las carreras por la casa pueden llevarlos a situaciones de riesgo, como derribar objetos pesados o chocar entre sí durante los saltos. Su instinto depredador les lleva a cazar insectos u objetos pequeños, que pueden tragar accidentalmente, provocándoles problemas de salud.
A continuación te detallamos los peligros que acechan al gato cuando se queda solo en casa y algunas recomendaciones que debes tener en cuenta:
1. No dejar cordones, “varillas”, cordeles o cordones al gato. El gato puede jugar con ellos hasta que accidentalmente se atragante o se los trague. Puedes dejarle pelotas, un ratón de juguete u otros juguetes que no pueda tragar o en los que se quede atrapado.
2. No dejes plantas cerca del gato. Muchas plantas son muy venenosas para los gatos, algunas con riesgo de muerte. Por juego o por curiosidad, muchos gatos se sienten tentados a morder las plantas de interior.
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3. Mantener ocultas sustancias tóxicas y medicamentos. El gato tiene la costumbre de lamer recipientes y botellas, y algunas sustancias que contienen pueden ser fatales. También puede jugar con una caja de medicinas y tragárselas.
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4. Preste mucha atención a los cables eléctricos. Hay gatos a los que les gusta roer cables eléctricos o adornos de árboles de Navidad. Intenta mantenerlos bien escondidos o desconectados lo máximo posible para evitar electrocutar a tu gato.
5. Bloquear el acceso a espacios reducidos. La naturaleza exploratoria del gato puede llevarlo a lugares de la casa difíciles de imaginar. Detrás de la lavadora, detrás del frigorífico o detrás de un armario son sólo algunos de los lugares donde el gato podría quedarse atrapado.
6. Las ventanas abiertas o entreabiertas se encuentran entre los mayores peligros que acechan al gato que se queda solo en casa. Incluso si tienes mosquiteras en las ventanas, no están diseñadas para soportar el peso de un gato, y el riesgo de que un gato se escape o caiga desde una altura es extremadamente alto. Cuando el gato ve un pájaro o un insecto en la ventana, su instinto depredador puede hacer que ataque e intente atravesar la malla.
Además, las ventanas que se dejan abiertas en la posición bajada son extremadamente peligrosas para los gatos. En el deseo de salir, el gato puede quedar atrapado como unas tijeras en la ventanilla bajada, y los intentos desesperados de escapar pueden empeorar aún más la situación. Muchas veces, ante la falta de alguien que intervenga para ayudar al gato, este puede perder la vida.
7. No dejar los electrodomésticos enchufados cuando el gato esté solo en casa. Por juego o por curiosidad, el gato puede derribar un televisor, un monitor, un sistema de audio o una lámpara que se haya dejado en el enchufe. El riesgo de provocar accidentes graves o quemar la casa es muy alto.
8. Cierra el agua del baño cuando dejes al gato solo en casa. Si tiene acceso al baño, desde el juego, el gato puede soltar el agua.
Además de los mencionados anteriormente, pueden existir muchos otros peligros que amenazan al gato que se queda solo en casa. Es bueno tener en cuenta estos consejos incluso si su gato parece menos activo y curioso. Cuando se los deja solos en casa, los gatos pueden cambiar su comportamiento. Pueden volverse más activos, estresados, asustados o con mayor apetito por descubrir cosas nuevas.
En el caso de los gatos pequeños la cosa se complica más. La recomendación es no dejar a los gatitos solos en casa. Tienen muchas ganas de jugar y explorar todo el perímetro de la casa. Pueden quedarse atrapados en cajones, armarios u otros lugares estrechos, pueden quedar atrapados en cortinas o visillos, o pueden derribarles objetos potencialmente mortales.
